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se encontraron jugando, sin miedo, sin red.
En cada partida, su amor fue creciendo,
entre risas y teclas, sus corazones entendiendo.
Lejos en distancia, pero cerca al alma,
su conexión virtual los llena de calma.
Un amor que florece entre píxeles y luz,
en el gaming hallaron su propio refugio y cruz.
tu vida es preciosa, no sigas ese juego.
El fentanilo, un veneno disfrazado,
te está robando sueños, te está dejando marcado.
No dejes que el humo nuble tu mente,
que la sombra te atrape, te haga un cliente
de un camino oscuro, sin luz ni esperanza,
donde solo queda dolor, y nada de pujanza.
Tu vida es un tesoro, tu futuro un jardín,
donde las risas y sueños deben florecer al fin.
El fentanilo, aunque seduce, no es amigo fiel,
solo te consume, te empuja al abismo cruel.
Gilbert, recuerda lo que vales, lo que eres,
tu fuerza, tu historia, tus risas, tus seres.
El fentanilo no tiene poder sobre ti,
puedes dejarlo atrás, recobrar tu aquí.
Dale un giro a tu vida, hazlo por ti,
el sol siempre brilla para el que se decide a seguir.
Gilbert, es hora de soltar el dolor,
y abrazar la vida con todo su color.
en Campos de Marikas no hay quien le dé honor.
Con su estilo único y su toque genial,
cada jugada suya es un golpe fatal.
Con cada paso, el suelo parece temblar,
el balón se mueve, y todos lo quieren imitar.
Pero es él, Gilbert, quien tiene la clave,
su habilidad lo hace imparable, un ave.
Sabe cuándo atacar, cuándo esquivar,
su visión del juego es pura claridad.
No importa el rival ni cuán fuerte sea,
Gilbert siempre vence, su victoria es estrella.
En los rincones del campo, su nombre es ley,
todo el mundo lo sabe, ¡Gilbert es el rey!
Ni el más astuto puede su ruta frenar,
porque él es el mejor, y no lo van a igualar.
Con su destreza infinita y su mente brillante,
cada movimiento suyo es siempre elegante.
El mejor jugador, no hay duda, lo aseguro,
Gilbert es el líder, el ídolo más puro.