Install Steam
login
|
language
简体中文 (Simplified Chinese)
繁體中文 (Traditional Chinese)
日本語 (Japanese)
한국어 (Korean)
ไทย (Thai)
Български (Bulgarian)
Čeština (Czech)
Dansk (Danish)
Deutsch (German)
Español - España (Spanish - Spain)
Español - Latinoamérica (Spanish - Latin America)
Ελληνικά (Greek)
Français (French)
Italiano (Italian)
Bahasa Indonesia (Indonesian)
Magyar (Hungarian)
Nederlands (Dutch)
Norsk (Norwegian)
Polski (Polish)
Português (Portuguese - Portugal)
Português - Brasil (Portuguese - Brazil)
Română (Romanian)
Русский (Russian)
Suomi (Finnish)
Svenska (Swedish)
Türkçe (Turkish)
Tiếng Việt (Vietnamese)
Українська (Ukrainian)
Report a translation problem
Cada vez que te veo jugar, no puedo evitar maravillarme ante tu capacidad para tomar decisiones que desafían completamente la lógica. Es como si tuvieras un don innato para hacer exactamente lo contrario de lo que se espera en cada situación. ¿Cómo logras caer en cada trampa o perderte en cada nivel?
Es admirable cómo siempre logras ser el último en llegar, el primero en caer y el que menos puntos acumula. Tu dedicación para ser el peor jugador en cada partida es algo digno de reconocimiento. Nos mantienes entretenidos, ya que nunca sabemos qué nuevo error o hazaña inusual nos vas a ofrecer.
Querido amigo "maestro del fracaso", no puedo evitar admirar tu consistencia para ser el más malo en los juegos. Tu falta de habilidad es una verdadera inspiración para todos nosotros. Gracias por proporcionarnos momentos de risas y frustración inigualables.
con cariño alguien
░░░░░░▄▀▀▀▀░░░░░█▄▄░░░░
░░░░░░█░█░░░░░░░░░░▐░░░
░░░░░░▐▐░░░░░░░░░▄░▐░░░
░░░░░░█░░░░░░░░▄▀▀░▐░░░
░░░░▄▀░░░░░░░░▐░▄▄▀░░░░
░░▄▀░░░▐░░░░░█▄▀░▐░░░░░
░░█░░░▐░░░░░░░░▄░█░░░░░
░░░█▄░░▀▄░░░░▄▀▐░█░░░░░
░░░█▐▀▀▀░▀▀▀▀░░▐░█░░░░░
░░▐█▐▄░░▀░░░░░░▐░█▄▄░░░
░░░▀▀▄░░░░░░░░▄▐▄▄▄▀░░░
░░░░░░░░░░░░░░░░░░░░░░░