Nainstalovat Steam
přihlásit se
|
jazyk
简体中文 (Zjednodušená čínština)
繁體中文 (Tradiční čínština)
日本語 (Japonština)
한국어 (Korejština)
ไทย (Thajština)
български (Bulharština)
Dansk (Dánština)
Deutsch (Němčina)
English (Angličtina)
Español-España (Evropská španělština)
Español-Latinoamérica (Latin. španělština)
Ελληνικά (Řečtina)
Français (Francouzština)
Italiano (Italština)
Bahasa Indonesia (Indonéština)
Magyar (Maďarština)
Nederlands (Nizozemština)
Norsk (Norština)
Polski (Polština)
Português (Evropská portugalština)
Português-Brasil (Brazilská portugalština)
Română (Rumunština)
Русский (Ruština)
Suomi (Finština)
Svenska (Švédština)
Türkçe (Turečtina)
Tiếng Việt (Vietnamština)
Українська (Ukrajinština)
Nahlásit problém s překladem
Aquí tiene pa que me la bese, entre más me la beses más me crece, busca un cura pa que me la rece, y trae un martillo pa que me la endereces, por el chiquito se te aparece toas las veces y cuando te estreses aquí te tengo éste pa que te desestreses, con este tallo el jopo se te esflorece, se cumple el ciclo hasta que anochece, to los días y toas las veces, de tanto entablar la raja del jopo se te desaparece, porque este sable no se compadece, si pides ñapa se te ofrece, y si repites se te agradece, no te hace rico pero tampoco te empobrece, no te hace inteligente pero tampoco te embrutece, y no paro aquí compa que éste nuevamente se endurece, hasta que amanece, cambie esa cara que parece que se entristece.