Luego de terminar la campaña en dificultad normal, puedo decir con gran alegría que este título es uno de los mejores juegos de Warhammer 40k que se haya hecho, y si tuviese que definirlo con una sola palabra sería ÉPICO. En su momento tuvo mucha controversia y reseñas negativas por el hecho de que al ser una segunda parte se esperaba que fuera continuista en todo con un predecesor. Lo cierto es que se paso de un estilo de juego "Age of Empires" a algo más tipo Comandos, pero las cosas como son, hay que valorar el juego tal y como es.

En primer lugar, el hecho de controlar una sola escuadra de marines espaciales puede parecer chocante y tentar de ser repetitivo, sin embargo no lo es. Cada personaje y sus compañeros estan diseñados de forma espectacular, todos cumplen una función específica, y todos pueden hacer que completes la campaña de forma satisfactoria en dificultad normal, pero al subir la misma, vas a notar que es mejor gestionar el uso de las unidades según la misión de la que se trate. Por ejemplo, hay algunos como Ávitus que tienen muy buena capacidad de daño sostenido, pero que requieren preparación y son malos en cuerpo a cuerpo (en principio), por lo que te convendrá colocarlos en posiciones defensivas estáticas mientras tus otros soldados tanquean el daño.
Por otro lado los puntos por nivel se pueden distribuir en un sistema lineal de puntos, los cuales otorgan diferentes ventajas además de aumentar pasivamente el daño o la vida. Hay que elegir bien donde poner los puntos para orientar a los personajes hacia un estilo de combate u otro. Existe una amplia variedad de armas (todas excelentes), junto con una cantidad de herramientas acorde a tus necesidades y preferencias.

Otro aspecto increíble del juego es la cantidad de lore que te presentan sobre el universo de WH40k y la atención al detalle que tienen los escenarios, los enemigos y los personajes. Por ejemplo, los marines espaciales que protagonizan el juego son ligeramente más altos que los soldados de la guardia imperial, cosa que es completamente canónica. Por otro lado, en el lore acutal estando en el milenio 42 los marines espaciales, los "Ángeles de la Muerte del Emperador", son muy escasos de ver y solo se envían a lugares muy difíciles o imposibles para que apoyen la resistencia de la guardia imperial, y esto (en mi opinión) se ve reflejado en que sólamente podemos manejar una escuadra de marines, en lugar de un ejército gigante.
Cada uno de los personajes jugables hace ejecuciones a los enemigos más grandes, y todas son espectaculares, muy vistosas. Los escenarios son totalmente destruíbles, lo cual es increíble y épico a niveles astronómicos.

La historia esta bastante bien, sin embargo, algunos de los Ángeles Sangrientos toman actitudes que serían más propias de las Salamandras, pero en fin, cumple. Es épica y entretiene, al igual que las misiones secundarias. Me gusta también que podés pelear contra los Orkos, los Eldar, tiránidos y los marines del caos, así que en ese aspecto ninguna queja.

Lo que sí me resulto extraño e inútil fue la mecánica de invasión tiránida, que llega al máximo y no pasa nada. La expansión Retribution hace una mejor adaptación, ya que la Inquisidora evalúa la posibilidad de aplicar Exterminatus en dicho lugar, cosa que creo que sería mas cánon, pero bueno, pasa porque sigue siendo épico. Otra cosa que estuvo flojo fue que sólo se puede jugar con una facción, me hubiese gustado jugar con los orkos o los necrones.

Finalmente, como anécdota final, me fascinó la misión en la que hay que cazar a un Liktor en medio del planeta jungla. Por un momento me sentí como Sly Marbo en Catachan. Simplemente épico.

[h1]El Emperador protege, pero un bolter pesado nunca está de más[/h1] Luego de terminar la campaña en dificultad normal, puedo decir con gran alegría que este título es uno de los mejores juegos de Warhammer 40k que se haya hecho, y si tuviese que definirlo con una sola palabra sería ÉPICO. En su momento tuvo mucha controversia y reseñas negativas por el hecho de que al ser una segunda parte se esperaba que fuera continuista en todo con un predecesor. Lo cierto es que se paso de un estilo de juego "Age of Empires" a algo más tipo Comandos, pero las cosas como son, hay que valorar el juego tal y como es. En primer lugar, el hecho de controlar una sola escuadra de marines espaciales puede parecer chocante y tentar de ser repetitivo, sin embargo no lo es. Cada personaje y sus compañeros estan diseñados de forma espectacular, todos cumplen una función específica, y todos pueden hacer que completes la campaña de forma satisfactoria en dificultad normal, pero al subir la misma, vas a notar que es mejor gestionar el uso de las unidades según la misión de la que se trate. Por ejemplo, hay algunos como Ávitus que tienen muy buena capacidad de daño sostenido, pero que requieren preparación y son malos en cuerpo a cuerpo (en principio), por lo que te convendrá colocarlos en posiciones defensivas estáticas mientras tus otros soldados tanquean el daño. Por otro lado los puntos por nivel se pueden distribuir en un sistema lineal de puntos, los cuales otorgan diferentes ventajas además de aumentar pasivamente el daño o la vida. Hay que elegir bien donde poner los puntos para orientar a los personajes hacia un estilo de combate u otro. Existe una amplia variedad de armas (todas excelentes), junto con una cantidad de herramientas acorde a tus necesidades y preferencias. Otro aspecto increíble del juego es la cantidad de lore que te presentan sobre el universo de WH40k y la atención al detalle que tienen los escenarios, los enemigos y los personajes. Por ejemplo, los marines espaciales que protagonizan el juego son ligeramente más altos que los soldados de la guardia imperial, cosa que es completamente canónica. Por otro lado, en el lore acutal estando en el milenio 42 los marines espaciales, los "Ángeles de la Muerte del Emperador", son muy escasos de ver y solo se envían a lugares muy difíciles o imposibles para que apoyen la resistencia de la guardia imperial, y esto (en mi opinión) se ve reflejado en que sólamente podemos manejar una escuadra de marines, en lugar de un ejército gigante. Cada uno de los personajes jugables hace ejecuciones a los enemigos más grandes, y todas son espectaculares, muy vistosas. Los escenarios son totalmente destruíbles, lo cual es increíble y épico a niveles astronómicos. La historia esta bastante bien, sin embargo, algunos de los Ángeles Sangrientos toman actitudes que serían más propias de las Salamandras, pero en fin, cumple. Es épica y entretiene, al igual que las misiones secundarias. Me gusta también que podés pelear contra los Orkos, los Eldar, tiránidos y los marines del caos, así que en ese aspecto ninguna queja. Lo que sí me resulto extraño e inútil fue la mecánica de invasión tiránida, que llega al máximo y no pasa nada. La expansión Retribution hace una mejor adaptación, ya que la Inquisidora evalúa la posibilidad de aplicar Exterminatus en dicho lugar, cosa que creo que sería mas cánon, pero bueno, pasa porque sigue siendo épico. Otra cosa que estuvo flojo fue que sólo se puede jugar con una facción, me hubiese gustado jugar con los orkos o los necrones. Finalmente, como anécdota final, me fascinó la misión en la que hay que cazar a un Liktor en medio del planeta jungla. Por un momento me sentí como Sly Marbo en Catachan. Simplemente épico.