Después de haber invertido más de 7000 horas combinadas entre CS: Source (v34 no steam y un poco STEAM) y CS2, puedo decir con propiedad que Counter-Strike ha sido más que un simple juego: ha sido parte de mi formación como jugador. Sin embargo, la experiencia con CS2 deja mucho que desear, y no por su jugabilidad —que sigue teniendo momentos brillantes— sino por el estado actual de su comunidad y sistema de control.

Lo más grave: la plaga de cheaters. Es una constante insoportable. Ya no se trata solo de los descarados que vuelan cabezas sin disimulo, sino de los "closet cheaters", esos que se esconden detrás de un K/D perfecto y game sense sospechosamente inhumano. Están en todos lados, y es frustrante.

Para colmo, el nuevo sistema de Faceit, que ahora banea automáticamente, ha resultado ser un arma de doble filo. Si bien suena prometedor, en la práctica ha relajado la rigurosidad que antes ofrecía la revisión manual. Resultado: más trampas, menos control, y una comunidad que se siente cada vez más abandonada frente a este problema.

CS2 se sostiene por la nostalgia, por ese amor que muchos sentimos desde hace años por la franquicia. Pero si nos guiamos por la experiencia actual, especialmente en términos de integridad competitiva, el juego está muy lejos de lo que debería ser en 2025.

Nota: 5.8/10, y sólo porque me niego a olvidar lo que alguna vez fue.

Después de haber invertido más de 7000 horas combinadas entre CS: Source (v34 no steam y un poco STEAM) y CS2, puedo decir con propiedad que Counter-Strike ha sido más que un simple juego: ha sido parte de mi formación como jugador. Sin embargo, la experiencia con CS2 deja mucho que desear, y no por su jugabilidad —que sigue teniendo momentos brillantes— sino por el estado actual de su comunidad y sistema de control. Lo más grave: la plaga de cheaters. Es una constante insoportable. Ya no se trata solo de los descarados que vuelan cabezas sin disimulo, sino de los "closet cheaters", esos que se esconden detrás de un K/D perfecto y game sense sospechosamente inhumano. Están en todos lados, y es frustrante. Para colmo, el nuevo sistema de Faceit, que ahora banea automáticamente, ha resultado ser un arma de doble filo. Si bien suena prometedor, en la práctica ha relajado la rigurosidad que antes ofrecía la revisión manual. Resultado: más trampas, menos control, y una comunidad que se siente cada vez más abandonada frente a este problema. CS2 se sostiene por la nostalgia, por ese amor que muchos sentimos desde hace años por la franquicia. Pero si nos guiamos por la experiencia actual, especialmente en términos de integridad competitiva, el juego está muy lejos de lo que debería ser en 2025. Nota: 5.8/10, y sólo porque me niego a olvidar lo que alguna vez fue.