A día de hoy es un poco complicado recomendar éste juego cuando tienes la secuela con más y mejor contenido, pero aún así voy a intentar reflejar los pros y contras.

Por un lado, aún siendo viejo, gráficamente envejeció bien. Los planetas y las distintas anomalías siguen siendo bonitos de ver, los artes de los eventos siguen luciendo correctamente y los diseños de naves y sus batallas están aceptables. La parte que envejeció peor fue la interfaz en sí, que parece bastante indie (cosa normal, por otra parte, ya que el estudio era ridículamente pequeño, pero también tiene el mérito de ser de los primeros que desarrollaron su juego hablando muy abiertamente con la comunidad cuando aún no se conocía el concepto de los Early Access).

Mecánicamente, las facciones son variadas y con temáticas y modos de juego bastante dispares, aunque las diferencias en la mayoría son menos impactantes que en el 2: pocas mecánicas únicas y sí muchos bonos variados que orientan a un estilo de juego concreto. Las cosas más extremas son agotar planetas o prescindir de comida o de polvo. El sistema de exploración, investigación y de construcción es correcto aunque simple. El combate pese a intentar ser simple, acaba siendo complicado de dominar porque sus mecanismos internos y las mecánicas de diseño de naves están bastante ofuscados, y las mecánicas de conquista o de bloqueo son bastante irrealistas (una sola flota puede bloquear el paso de infinitas flotas un un único turno si no hay una que logre derrotarla).

El nivel de roleo y eventos aleatorios es mucho menor que en la secuela, igual que la exploración en sí no tiene mecánicas propias, sino que se hace simplemente moviendo las naves. También es excesivamente simple el sistema de héroes, sin árboles de habilidades claramente visible y con héroes que son simplemente buenos y otros que son malos (especializados VS generalistas).

La diplomacia y el comercio son muy simples, el multijugador funciona aceptablemente, pero no de forma tan robusta como en la secuela (recomiendo guardar dos o tres partidas distintas por si alguna se corrompe).

Las facciones personalizadas le dan mucha rejugabilidad y tiene una cantidad de logros considerable que te sirve de guía para intentar diversos desafíos con cada facción.

La banda sonora, genial, con un buen toque de misterio y "soledad espacial". Sienta las bases de lo que luego serán las bandas sonoras del resto de subproductos de la saga Endless, y nunca se vuelve pesada.

Y, por cierto, no tiene historia como la secuela o el Endless Legend, así que toda partida será una especie de sandbox.

Comparándolo con la secuela: no hay política, no hay leyes, no hay afinidades ideológicas, ni imperios multi raza, no hay anomalías a explorar con sondas, hay muy pocas opciones diplomáticas y la victoria pacifista es bastante infernal, los combates son mucho más simples, no hay grandes construcciones ni behemonths, no hay hackeos ni robos entre bandos... Pero sobre todo, no hay mecánicas complejas de facción ni historias con bifurcaciones ni razas menores de las que obtener tecnologías únicas.

Aún así, es una grata experiencia cuando, tras las primeras 4 o 5 derrotas, consigues tu primera victoria; y es un punto de entrada interesante para la saga precisamente porque al tener menos mecánicas requiere menos aprendizaje.

A día de hoy es un poco complicado recomendar éste juego cuando tienes la secuela con más y mejor contenido, pero aún así voy a intentar reflejar los pros y contras. Por un lado, aún siendo viejo, gráficamente envejeció bien. Los planetas y las distintas anomalías siguen siendo bonitos de ver, los artes de los eventos siguen luciendo correctamente y los diseños de naves y sus batallas están aceptables. La parte que envejeció peor fue la interfaz en sí, que parece bastante indie (cosa normal, por otra parte, ya que el estudio era ridículamente pequeño, pero también tiene el mérito de ser de los primeros que desarrollaron su juego hablando muy abiertamente con la comunidad cuando aún no se conocía el concepto de los Early Access). Mecánicamente, las facciones son variadas y con temáticas y modos de juego bastante dispares, aunque las diferencias en la mayoría son menos impactantes que en el 2: pocas mecánicas únicas y sí muchos bonos variados que orientan a un estilo de juego concreto. Las cosas más extremas son agotar planetas o prescindir de comida o de polvo. El sistema de exploración, investigación y de construcción es correcto aunque simple. El combate pese a intentar ser simple, acaba siendo complicado de dominar porque sus mecanismos internos y las mecánicas de diseño de naves están bastante ofuscados, y las mecánicas de conquista o de bloqueo son bastante irrealistas (una sola flota puede bloquear el paso de infinitas flotas un un único turno si no hay una que logre derrotarla). El nivel de roleo y eventos aleatorios es mucho menor que en la secuela, igual que la exploración en sí no tiene mecánicas propias, sino que se hace simplemente moviendo las naves. También es excesivamente simple el sistema de héroes, sin árboles de habilidades claramente visible y con héroes que son simplemente buenos y otros que son malos (especializados VS generalistas). La diplomacia y el comercio son muy simples, el multijugador funciona aceptablemente, pero no de forma tan robusta como en la secuela (recomiendo guardar dos o tres partidas distintas por si alguna se corrompe). Las facciones personalizadas le dan mucha rejugabilidad y tiene una cantidad de logros considerable que te sirve de guía para intentar diversos desafíos con cada facción. La banda sonora, genial, con un buen toque de misterio y "soledad espacial". Sienta las bases de lo que luego serán las bandas sonoras del resto de subproductos de la saga Endless, y nunca se vuelve pesada. Y, por cierto, no tiene historia como la secuela o el Endless Legend, así que toda partida será una especie de sandbox. Comparándolo con la secuela: no hay política, no hay leyes, no hay afinidades ideológicas, ni imperios multi raza, no hay anomalías a explorar con sondas, hay muy pocas opciones diplomáticas y la victoria pacifista es bastante infernal, los combates son mucho más simples, no hay grandes construcciones ni behemonths, no hay hackeos ni robos entre bandos... Pero sobre todo, no hay mecánicas complejas de facción ni historias con bifurcaciones ni razas menores de las que obtener tecnologías únicas. Aún así, es una grata experiencia cuando, tras las primeras 4 o 5 derrotas, consigues tu primera victoria; y es un punto de entrada interesante para la saga precisamente porque al tener menos mecánicas requiere menos aprendizaje.