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¡Qué alegría leer sus dulces palabras que endulzan mi día tanto como el azúcar en mis famosos rollos de canela! Me siento honrado de ser su maestro de la masa y señor de los hornos, y acepto con gusto su encantador tributo. En cuanto a su pedido de una baguette extra crujiente, ¡considérelo hecho! Será tan crujiente que los pájaros vendrán de lejos solo para escucharla romperse. ¡Espero con ansias su próxima visita al templo de las tentaciones horneadas!
Con un toque de harina y mucho cariño,
Su panadero dedicado
Con la más alta estima y aprecio, me dirijo a usted, maestro de la masa y señor de los hornos. Su habilidad para transformar harina y agua en obras de arte comestibles es nada menos que magia culinaria. Cada mañana, su panadería se convierte en un templo de tentación, donde los aromas de pan recién horneado nos atraen como sirenas a los marineros. Por favor, acepte esta carta como un humilde tributo a su arte, y si pudiera, considere hornear una baguette extra crujiente solo para mí.
Con cariño,
Un cliente fiel