Elden Ring

Tiempo jugado: 148 horas, por el momento, no, no es un error, es una relación seria y nos amamos mutuamente.

“Más tóxico que mi ex, pero aquí sigo, porque el sufrimiento nunca se vio y se sintió tan bien.”

Elden Ring no es solo un juego; es una montaña rusa emocional que empieza con esperanza, continúa con desesperación y termina con una sensación de satisfacción que ni Tinder podría ofrecer. Cada paso en este mundo abierto es una aventura que disfrutas… y cada enemigo es una nueva forma de recordarte que no eres tan bueno como creías.

Gráficos: 8/10. Cada paisaje es tan hermoso que dan ganas de invitarla a ver Netflix sin Netflix.
Jugabilidad: 12/10. Mi personaje rueda más veces que yo en la cama buscando la posición perfecta.
Historia: ?/10. Oscura, a veces no entiendes nada, todos son infieles y más profunda que tus pensamientos a las 3 a.m después de beber mucho en una cena de empresa.

Pros:

Un mundo abierto tan grande que vas a necesitar más stamina que en una maratón de Netflix o tu página favorita xxx.
Jefes finales que hacen que tus problemas reales parezcan un paseo por el parque.
Espadas enormes… porque ya sabemos que el tamaño sí importa y es lo primero que vas a buscar goloz@.

Contras:

La curva de dificultad es más pronunciada que la mancha de tus calzoncillos cuando te matan por 874ª vez.
No hay tutorial para aprender a esquivar a los ex tóxicos de la vida real.
Después de jugar, cualquier otro juego te parecerá fácil… y aburrido, bueno casi, no se que te guste jugar.

Veredicto final:
Elden Ring es como una relación complicada: te destruye emocionalmente, pero de alguna manera sigues volviendo por más (se que te sientes identificado).

¿Lo recomiendo? Claro. Pero prepárate para llorar, gritar, y quizá, solo quizá, sentir un placer masoquista al derrotar a ese jefe que te tuvo de rodillas dando duro

Elden Ring Tiempo jugado: 148 horas, por el momento, no, no es un error, es una relación seria y nos amamos mutuamente. “Más tóxico que mi ex, pero aquí sigo, porque el sufrimiento nunca se vio y se sintió tan bien.” Elden Ring no es solo un juego; es una montaña rusa emocional que empieza con esperanza, continúa con desesperación y termina con una sensación de satisfacción que ni Tinder podría ofrecer. Cada paso en este mundo abierto es una aventura que disfrutas… y cada enemigo es una nueva forma de recordarte que no eres tan bueno como creías. Gráficos: 8/10. Cada paisaje es tan hermoso que dan ganas de invitarla a ver Netflix sin Netflix. Jugabilidad: 12/10. Mi personaje rueda más veces que yo en la cama buscando la posición perfecta. Historia: ?/10. Oscura, a veces no entiendes nada, todos son infieles y más profunda que tus pensamientos a las 3 a.m después de beber mucho en una cena de empresa. Pros: Un mundo abierto tan grande que vas a necesitar más stamina que en una maratón de Netflix o tu página favorita xxx. Jefes finales que hacen que tus problemas reales parezcan un paseo por el parque. Espadas enormes… porque ya sabemos que el tamaño sí importa y es lo primero que vas a buscar goloz@. Contras: La curva de dificultad es más pronunciada que la mancha de tus calzoncillos cuando te matan por 874ª vez. No hay tutorial para aprender a esquivar a los ex tóxicos de la vida real. Después de jugar, cualquier otro juego te parecerá fácil… y aburrido, bueno casi, no se que te guste jugar. Veredicto final: Elden Ring es como una relación complicada: te destruye emocionalmente, pero de alguna manera sigues volviendo por más (se que te sientes identificado). ¿Lo recomiendo? Claro. Pero prepárate para llorar, gritar, y quizá, solo quizá, sentir un placer masoquista al derrotar a ese jefe que te tuvo de rodillas dando duro