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En el valle creció un árbol con frutos rojos y dulces , en la parcela de Menganito. La gente lo llamaba "Hijo de la fruta" por no convidar de los frutos . Menganito se encerraba para evitar que comieran las frutas. Graciela, antes Mariano, le ofreció soplar la vela a cambio de acceso al árbol, pero Menganito pidió más . Tras días de soplar la vela, hubo un encuentro íntimo entre ambos , menganito metio la vela en el espacio que quedo en el candado chino, pero Graciela se durmió antes de terminar. Menganito descubrió que Graciela le había hecho trampa . La historia terminó con una decepción para Menganito.