Asenna Steam
kirjaudu sisään
|
kieli
简体中文 (yksinkertaistettu kiina)
繁體中文 (perinteinen kiina)
日本語 (japani)
한국어 (korea)
ไทย (thai)
български (bulgaria)
Čeština (tšekki)
Dansk (tanska)
Deutsch (saksa)
English (englanti)
Español – España (espanja – Espanja)
Español – Latinoamérica (espanja – Lat. Am.)
Ελληνικά (kreikka)
Français (ranska)
Italiano (italia)
Bahasa Indonesia (indonesia)
Magyar (unkari)
Nederlands (hollanti)
Norsk (norja)
Polski (puola)
Português (portugali – Portugali)
Português – Brasil (portugali – Brasilia)
Română (romania)
Русский (venäjä)
Svenska (ruotsi)
Türkçe (turkki)
Tiếng Việt (vietnam)
Українська (ukraina)
Ilmoita käännösongelmasta
En el valle creció un árbol con frutos rojos y dulces , en la parcela de Menganito. La gente lo llamaba "Hijo de la fruta" por no convidar de los frutos . Menganito se encerraba para evitar que comieran las frutas. Graciela, antes Mariano, le ofreció soplar la vela a cambio de acceso al árbol, pero Menganito pidió más . Tras días de soplar la vela, hubo un encuentro íntimo entre ambos , menganito metio la vela en el espacio que quedo en el candado chino, pero Graciela se durmió antes de terminar. Menganito descubrió que Graciela le había hecho trampa . La historia terminó con una decepción para Menganito.