Metal Gear Rising Revengeance es definitivamente uno de los mejores juegos que jugué en mi vida. El gameplay está increíblemente pulido, se siente magnífico controlar a Raiden, y hay muy pocas situaciones en el juego que no se puedan superar trabajando con las herramientas que se te presentan. La dificultad tiene un escalado fenomenal, poco a poco pidiendote mejorar tus técnicas para sobreponerse a los nuevos desafíos que el juego te va tirando. Podés sentir tus habilidades crecer junto al juego, casi como si uno estuviera desarrollándose a la par de Raiden. El combate es extremadamente fluido, pudiendo rápidamente alternar entre ataque y defensa de manera muy cómoda y recompensante. En la mayoría de situaciones, al recibir un golpe, podes entender que fue porque tu defensa flaqueo, o porque estabas muy concentrado en tu ataque. El juego progresivamente te va demandando más y más precisión en tu manera de combatir, forzandote a desarrollar tus capacidades en sus sistemas, lo que hace que cuando logres sobreponerte a los retos del combate, te sientas realizado con vos mismo.

La historia es excelente, narrando una trama sobre el desarrollo personal de una persona extremadamente dañada, y el cómo utiliza sus traumas para volverse un mejor individuo que ayuda a los demás a su manera. Trata de cómo uno debe reconocerse a sí mismo por lo que es, pero aceptarse y tratar de hacer lo mejor para los demás de todos modos. Todos los personajes giran en torno a estas ideas de egoísmo y heroísmo de muy interesantes maneras, y la mejor parte es que esto también se ve reflejado en su gameplay, conectando ambos elementos de manera exquisita. La mejor parte es que la historia es extremadamente disfrutable como espectador primerizo, pero a su vez resulta una muy satisfactoria conclusión al arco que Raiden lleva atravesando durante todos los juegos en los que se presenta. El arco de Raiden es magnífico de ver, y es una historia muy personal sobre reconocer los elementos que lo componen, y luego identificar cómo puede utilizarlos para hacer lo correcto y luchar por la justicia. Este camino está marcado por varios personajes que forjan el camino que Raiden debe transitar.

Metal Gear Ray es un perfecto boss introductorio. Raiden supera totalmente al Metal Gear Ray con sus habilidades, demostrando lo por encima de todo que se encuentra. La canción que acompaña la pelea es fantástica, reflejando los conflictos que Raiden atravesará a lo largo del juego.

Blade Wolf tiene una buena variedad de ataques y fases en las que intercala diferentes elementos del sistema, permitiendo una ofensiva constante, pero también teniendo espacio para contraatacar a jugadores que se descuiden. Su canción acompaña perfectamente su arco a través del juego y la búsqueda de su identidad personal, reflejando el camino que tomará una vez estando libre de sus cadenas.

Mistral no es el personaje con más presencia del juego, pero representa un importante elemento: el deseo de matar. Al igual que Raiden, Mistral es una persona dedicada al asesinato, pero contrario a Raiden, esta orgullosa de sus habilidades, y toma como su proposito el matar. Su canción refleja su identidad como arma viviente. Su pelea es bastante molesta debido a involucrar constantemente a Dwarf Gekkos que interrumpen el flujo del combate, pero cuando se permite que Raiden y Mistral combatan 1 contra 1, es una lucha sólida.

Monsoon es el primer jefe mecánicamente complejo. Presenta un estilo de pelea mucho más agresivo y frenético, lo que obliga al jugador a ser mucho más preciso con sus acciones. Esto crea una disonancia ludonarrativa, ya que Raiden está en un estado de frenesí, pero durante el combate, debe manejarse con mucho cuidado y estrategia. Esto no quita que la pelea sea exquisita. Una vez reconoces todos los elementos que componen el estilo de lucha de Monsoon, podes perfectamente comprender cómo derrotarlo. La canción acompañante es de las mejores, reflejando perfectamente los ideales de Monsoon y a la vez representando las emociones que atraviesan a Raiden al momento de pelear.

Sundowner es un jefe extremadamente defensivo, que frena el flujo del combate con sus escudos explosivos, y teniendo asistencia de helicópteros que interrumpen la pelea. Sin embargo, no es una pelea compleja. Funciona más como un ejercicio de paciencia para el jugador. La canción que acompaña es fuerte, reflejando la naturaleza carroñera de Sundowner y su forma de ver la vida.

Jetstream Sam es por lejos la mejor pelea de todo el juego. Es un combate que lleva construyéndose a través de toda la campaña. Sam y Raiden reflejan elementos el uno del otro. Su combate es impecable, utilizando elementos de agresión y defensa en todo su esplendor. Todo respecto a la pelea es estupendo. Y la canción que acompaña es simplemente insuperable, la mejor canción de todo el soundtrack, representando el duelo de los dos personajes, sus viajes personales y sus emociones de manera perfecta.

Excelcius es una lucha bastante técnica, pidiendo uso creativo de las herramientas que el jugador ha obtenido hasta ese punto para evitar golpes devastadores, y culminando con una nueva demostración de que Raiden está por encima de todos los desafíos que se le presenten. La canción que acompaña es apocalíptica, describiendo la distopía a la que se llegaría si los planes de Armstrong se cumplen.

Para finalizar, el Senador Armstrong. Voy a comenzar con lo malo: la primera fase de Armstrong no es una pelea, es una lucha por sobrevivir. Raiden es despojado de todas sus herramientas y es obligado a pelear con nada contra un enemigo que parece invencible. Los ataques son muy injustos, el daño que Raiden recibe es masivo, y el combate se basa en muy poco a poco desgastar a Armstrong hasta pasar a la siguiente fase. Es un desempoderamiento total del jugador, reflejando a la perfección en el gameplay la situación narrativa de Raiden.
Es una vez que atravesamos la barrera inicial que la verdadera lucha empieza. Una vez equipados con la espada de Sam, somos bendecidos con la excelente “It Has To Be This Way” y entramos a pelear nuevamente con todas nuestras herramientas. La pelea contra Armstrong es una masacre, es un jefe brutal. La dificultad está en su pico en este combate, y es muy difícil lograr mantenerse en pie. La pelea demanda que el jugador utilice a la perfección todas las herramientas que ha adquirido a lo largo del juego, el ataque, la defensa, el zandatsu, todo debe estar en su auge para superar a Armstrong. Es una batalla legendaria por el reto que representa, y una increíble montaña a escalar. Pero nada supera a la catarsis que representa derrotar a Armstrong. Una coronación a la gloria para finalizar un juego perfecto.