Análisis completo en 'La Orden del Pixel' [ordenpixel.com]

Hace algunos años descubrí no sólo la tristeza o el dolor en los videojuegos sino también el pesimismo en ellos gracias a la labor de Ice-Pick Lodge . Por aquel entonces, el estudio ruso presentaba un extraño RPG que con una base firme y original nos invitaba a formar parte de una suerte de obra teatral representada por personajes oscuros con un trasfondo entrañable. El título contaba con un argumento sombrío que ponía a sus protagonistas bajo situaciones límites en las que cada paso parecía un grave error, y un sistema de diálogos que convertía a todos los involucrados en dramaturgos. Si bien dista de ubicarse como uno de los videojuegos más exitosas del género, nada impidió que se convierta en una saga que, en vísperas de la tercera entrega, nos invita a conocer el futuro desalentador que nos aguarda con Pathologic 3: Quarantine .

Para algunos, el regreso de Pathologic puede considerarse como motivo de celebración. Sin embargo, para los que aun no mostramos síntomas de La Plaga , sabemos muy bien que se trata más bien de una advertencia. Quarantine no llegar para ofrecer redención, sino para recordar que el sufrimiento no distingue clase social, sexo, capital, edad o emociones. También para enfatizar que la moral es una cualidad en peligro de extinción, la lucidez un privilegio de los sanos, y el tiempo -un enemigo recurrente de la serie- es el recurso más valioso con el que contamos. Y, por supuesto, no detendrá su inexorable marcha por muy buenas que sean nuestras intenciones.

Pathologic 3: Quarantine no da la bienvenida. Te lanza sin red a un mundo colapsado por la peste y el deterioro moral, donde el tiempo se escapa como arena entre los dedos y cada decisión pesa como si estuvieras firmando tu propia condena. Jugamos como un joven científico, solo y desorientado, que intenta desentrañar un brote mientras la ciudad se convierte en un cementerio de carne y voluntad. No hay aprendizaje amable, solo la certeza de que todo llega tarde. Incluso nosotros.

El sistema de diálogos, marca registrada de la saga, sigue siendo un motor narrativo que se alimenta de rumores y silencios. Lo que decimos importa, pero también cuándo y cómo. La información se vuelve un arma de doble filo: podemos consolar o condenar con una sola frase. Algunos personajes reaccionan con colaboración, otros con desesperación, y unos pocos… con venganza. Es el tipo de juego donde dar un diagnóstico puede significar empujar a alguien al abismo. Y a veces, también, a uno mismo.

Las mecánicas médicas —que podrían haber sido un simple minijuego— son en realidad un eje narrativo clave. Interrogar pacientes, leer síntomas, consultar herramientas y fallar miserablemente: eso es Pathologic . El tiempo avanza y el margen de error se achica. Nuestro estado emocional también cuenta: apatía o manía influyen directamente en lo que podemos hacer o decir, y encontrar ese equilibrio se vuelve otra tarea titánica. La gestión del inventario, el comercio, la recolección de pistas y el mapa mental del protagonista construyen una experiencia densa, pero fascinante.

En lo visual, hay una evolución marcada. Menos grotesco que el original, más introspectivo que Pathologic 2 , este capítulo se mueve en una zona gris entre lo onírico y lo clínico. Las calles están vivas, pero no por esperanza: laten con resignación, paranoia y desconfianza. El diseño sonoro no hace ruido: murmura, sugiere, envuelve. Y cuando se atreve a hablar, lo hace con una gravedad emocional que hiela la sangre. Todo esto, en apenas un par de horas de contenido.

Pathologic 3: Quarantine reafirma la filosofía hostil y existencial de la saga con una aspereza jugable que nos invita a sobrevivir con culpa y una presión constante debido a las agujas del reloj. No estamos ante una propuesta indulgente, sino todo lo contrario. Aquí no hay concesiones para los nuevos jugadores sino un baldazo de agua helada en pleno invierno, esperando que no se duerman en el camino y estén siempre atentos pensando el próximo movimiento. Aún cuando este es un fragmento, todo apunta a que Pathologic 3 será el capítulo más despiadado de esta tragedia interminable.

• Diálogos profundos con consecuencias duras
  
• Mecánicas medicas interesantes
  
• Atmosfera opresiva y angustiante
  
• Visualmente refinado
  
• Mapa mental y gestión de emociones bien logrados

• Interfaz poco amigable
  
• La falta de dirección inicial puede desalentar

• Pathologic 2
  
• Disco Elysium
  
• Sufrir durante la pandemia

~ Esta reseña es una síntesis de la nota original ~