Mimi se enfrenta a un hombre que vive en el piso de arriba, que se niega a bajar el volumen de la música. Dice que sólo lo hará si el vecino de al lado se queja. Mimi pensó que la habitación estaba vacía, pero el hombre dice que ha oído la puerta abrirse y cerrarse, así que alguien debe vivir allí. En ese momento, sale la inquilina y se va: una mujer que se viste de negro de pies a cabeza y tiene el rostro completamente cubierto. Otro vecino le dice a Mimi que en la habitación viven dos o tres mujeres, todas tienen figuras muy diferentes pero visten el mismo traje negro y se cubren el rostro.

Al final, los vecinos del piso de arriba dejan de hacer ruido. Mimi está satisfecha, pero un día lo encuentra sentado fuera del edificio. Él le dice que le aterrorizan las mujeres de al lado, que nunca hacen ruido a pesar de que parecen estar en casa todo el día y las paredes son muy delgadas. Como si fuera una señal, una de las mujeres aparece y sube las escaleras hacia el edificio. Esa noche, Mimi lo oye gritar; y se muda al día siguiente.

A pesar de las mujeres espeluznantes, Mimi se muda a la habitación vacía del hombre porque cree que será más silenciosa que la suya. Una de las mujeres tropieza con los muebles de Mimi en el pasillo y deja caer sus compras. Mimi intenta ayudarla, pero descubre que el brazo de la mujer es una sola varilla de metal. Mimi habla con sus amigos, quienes piensan que tal vez sea una prótesis, pero Mimi no está convencida. Finalmente, está de acuerdo con ellos en que tal vez lo imaginó.

Sola en casa, Mimi se da cuenta de que, al igual que el tipo que se mudó, no puede escuchar absolutamente nada en la habitación de al lado. Descubre un agujero que se hizo recientemente en la pared, probablemente por él. Mira a través de él y ve a la mujer que conoció antes, revelando que es un robot que saca los tornillos de sus brazos de metal, lo que le permite extenderlos a una gran longitud. Luego, la mujer mira directamente a través de la pared a Mimi (usando gafas de sol). El brazo de la mujer pasa por el agujero y comienza a destruir la habitación de Mimi. Mimi se da cuenta de que solo hubo una mujer; Ella simplemente se veía diferente ya que podía expandir y contraer su cuerpo.

Mimi bloquea el agujero con una estantería, pero luego la mujer aparece desde afuera de la ventana de Mimi, ahora con extremidades extrañamente alargadas. Ella irrumpe por la ventana y comienza a atacar a Mimi, perdiendo sus gafas de sol en el proceso, pero Mimi pierde el conocimiento antes de que pueda ver lo que hay debajo. Después, la mujer continúa en la puerta de al lado como si nada hubiera pasado. Mimi hace planes para mudarse a otro lugar.