Garry's Mod

Garry's Mod

Loose Ends
3
   
Award
Favorite
Favorited
Unfavorite
Download
"Loose Ends
Día 100
17:52 GMT -3
35°47' S, 69°58' O
Siempre hubo que buscar una forma de ganarse la vida, por más pesada que sea. Siempre hubo bocas que alimentar, y aunque algunos no están dispuestos a hacer ciertas cosas para alimentarlas, a pasarse de la línea, a poner la vida de uno por encima de la de otros porque es más justo. Los adultos estamos corrompidos, algunos ya no tenemos salvación, pero no nos sacrificamos porque sabemos que hay gente que depende de nosotros, y esto ya se convirtió en lo que fue en un principio; la supervivencia de los más aptos, de los que están más capacitados que otros para poder adaptarse a un entorno como éste donde la muerte está a la vuelta de la esquina y es el pan de cada día, donde unos segundos de tardanza pueden llegar a costarle la vida a un ser humano, y cosas que eran diarias como agua potable, cocina, comida y un lugar privado y a salvo, cosas que abundaban en una sociedad, hoy ya escasean, y como en los origenes de la humanidad, habría que matar otros seres por sí mismo para poder alimentarse. Hay que saber lo que se hace, hay que tener firmeza en las decisiones que se toman para estar preparado para acarrear las consecuencias que conllevan éstas, y lo más importante, ser consciente que una elección que podrías tomar en un segundo puede torturarte el resto de tu vida. Sin titubear, sin miedo, y sabiendo que todo lo hago por alguien que sin mí estaría probablemente muerto, hay que convertirse en una amenaza para que las que ya lo son sean conscientes de que vos también podes significar un peligro para ellos, pero jamás hay que olvidar que siempre hay uno más loco que vos.
Cuando empezó todo ésto no era consciente de lo que pasaba, de que el mundo llegó a su decadencia. Tenía una vida normal, con dos hermosas hijas por las que hoy sigo arrimando el hombro, y aunque a veces tengo que apretar mi cinturon, sé que es para que alguien pueda pasarla bien, inclusive cuando el mundo a su alrededor no sea tan fácil como lo fue hace unos meses. Era un ciudadano común, con un sueldo bueno, una familia llena de valores y recuerdos, y que ya me suponía que la vida iba a ser fácil para mis retoños, que por más que yo tuviera que estar sin comer semanas les pudiera dar el gusto a ella, a sí sea a costa de mi comida o de la de alguien más.
Pero no todo es arriesgar para ganar, a veces hay que sacrificar; trueques, la idea menos violenta y en las que ambas partes salen ganando, ya que es a voluntad de cada uno, dar para recibir, cosas que siempre fueran de un valor similar al de la contraparte; agua por comida, combustible por munición, siempre intentar hacer un espacio para cosas que a vos no te sirven, pero que le pueden facilitar la supervivencia al otro, saber qué es lo que le conviene es parte de la supervivencia, no se puede vivir intercambiando tiros por mantener con vida siempre a alguien.
Vivía en el interior de Buenos Aires, cerca de Zárate, recorrí la mayor parte de Argentina desde que esto empezó, partí en Zárate, cuando decidimos que ya no era seguro, llegamos hasta Resistencia por el Paraná junto a mis hijas, parando cerca de alguna
ciudad para saquear lo que pudiera, y posteriormente si no me servía venderselo a cualquier granuja por alguna bidón de nafta o alguna comida que pudiera abastecernos por un par de días. En constante movimiento hasta llegar a Resistencia, donde empezamos a movernos en una combi negra que restauré a partir de partes intactas o no muy usadas encontradas en cualquier lado, aunque me dí cuenta de algo; la vida en lo urbano va a ser más díficil siempre, los muertos caminando en grupos gigantes por las avenidas, a veces no podíamos pasar de zonas e inclusive nos quedaríamos acorralados por los mismos grupos aunque no supieran que estaríamos cerca de ellos. Restauré ese coche y nos fuímos en cuanto pudimos, otra vez agarrando cualquier tipo de recurso que nos sirviera como moneda de trueque a lo largo de nuestro viaje.
Pero nos quedamos estancados en Mendoza, la batería murió y se habían pinchado las llantas de atrás, al mismo tiempo. Intenté repararla, llevé días en los pueblos buscando lo necesario y cuando fuí a buscarla ya no estaba. Sólo me quedaban mis hijas, algunos paquetes de papas fritas o cualquier otra comida basura, y 2 botellas de agua. Empezabamos de cero, con menos gente, menos recursos, y menos herramientas.
Averiguaría en unos cuantos días que lo de menos gente sería errado; estoy trabajando para un exmafioso que hacía contrabando del otro lado de la frontera con Chile, trabajos sucios, saldar cuentas con asesinos, con ladrones, grupos no muy grandes que no pasan de las 10 personas, me dijo que jamás le faltaría el alimento, el agua ni el refugio a mis hijas ni a mí si le era leal, si cumplía los trabajos que me impusiera, y parecía que todo volvía a los viejos días, liberar combates con los bandidos, corriendo casi todos los días el riesgo de terminar con un corchazo en el cráneo, con un mordisco en alguna extremidad o muerto inclusive de alguna manera peor, la mayoría de los trabajos los haría sólos, aunque no siempre se trata de matar a alguien tengo que retirarle alguna pertenencia a algún grupo, familia, o personas. Me parte el corazón que estén en una situación cada día peor, hasta ahora no le pregunté a este mafioso, cuyo nombre es Miguel de Milazzo, qué es exactamente lo que le debe ésta gente a la que le estoy cobrando tantas cosas, pero como dije, estoy dispuesto a lo que sea por
mantener con vida a mis nenas, felices, o por lo menos satisfechas, hace mucho que no comemos hasta llenarnos o pasabamos días sin tomar agua limpia.
Dios mantenga en su gloria a las vidas que tuve que arrebatar, pero si no quisiera que lo hubiera hecho no nos hubiera mandado esta peste."