Kratos, un guerrero espartano, se convierte en sirviente de Ares a cambio de que el Dios de la Guerra acabe con sus enemigos.
Ares engaña a Kratos y acaba provocando que este mate a su mujer e hija.
Al intentar romper el acuerdo con Ares, Kratos es capturado por las Furias.
Las Furias borran la memoria a Kratos, quien logra recuperarla gracias a la ayuda de Orkos.
Al recuperar sus trágicos recuerdos, Kratos decide ponerse a trabajar para Atenea con la promesa de que esta le haga perder toda memoria de sus crímenes.
Kratos se enfrenta a Ares como última misión tras 10 años de servicio, pero cae a manos del dios.
Kratos escapa del inframundo y se vale de la Caja de Pandora para finalmente aniquilar a Ares.
Atenea rompe su promesa de borrarle los recuerdos, pero a cambio le otorga el estatus de Dios de la Guerra.
Kratos intenta rescatar a su hermano Deimos, quien acaba falleciendo por culpa de los dioses. El rencor de Kratos se acumula.
Los dioses empiezan a preocuparse por su violencia excesiva y Atenea engaña a Kratos para que pierda sus poderes divinos. Después de esto, Zeus acaba con su vida.
Kratos, de nuevo, escapa del inframundo con el objetivo de Matar a Zeus.
Atenea se sacrifica para evitar que Kratos mate a Zeus, el dios sin el que el Olimpo no podrá mantenerse en pie. Esto no detiene a Kratos.
Kratos se alía con unos titanes para luchar contra Zeus, pero fracasa en su primer intento y vuelve al inframundo.
Kratos escapa una vez más y, en este punto, ha acabado ya con la mayor parte de dioses del Olimpo. Ahora, se encomienda una vez más a la caja de Pandora para acabar con Zeus.
La caja, desafortunadamente, se encuentra vacía. Sin embargo, retiene el poder de la esperanza que Atenea escondió. Kratos lo usa para finalmente acabar con Zeus, y acto seguido se atraviesa con la espada del Olimpo, impidiendo así que el fantasma de Atenea pueda recuperar el poder para liderar a la humanidad -aunque el poder es devuelto a la humanidad propiamente-.
Kratos, que parecía destinado a morir, reaparece en una región distinta con un hijo: Atreus. Su misión es ahora la de esparcir las cenizas de su segunda esposa, Faye, en el punto más alto de los Nueve Reinos.
En el proceso Kratos y Atreus descubren que dicho punto se halla en Jötunheim, pero su acceso está bloqueado por Thor y Odin.
Baldur, hijo de Freya -a quien conocieron anteriormente como la Bruja del Bosque- y Odin, se convierte en un incordio absoluto en este tiempo. No obstante, consiguen acabar con él, lo que pese a su previa amistad desata una promesa de Freya de que pagarán por lo ocurrido.
Finalmente con la ayuda de Mimir, Kratos y Atreus -quien es ahora consciente de todo el pasado de su padre- consiguen esparcir las cenizas de Faye. Mimir concluye con la advertencia de que el Ragnarok se acerca, y Atreus sueña con una visión de Thor.