Me da nervios contarte esto, pero quiero ser honesto contigo. Desde que te conocí, no he encontrado a alguien tan increíble como tú. Al principio me ponía nervioso hablar contigo, pero ya eso pasó. Me encanta pasar tiempo contigo, y aunque a veces me pongo triste si no quieres hablar, aprovecho cada momento contigo. Me fascina tu risa, tu forma de ser… no sé, tal vez suene típico, pero lo digo de corazón. Hablar contigo por las noches me hace muy feliz, siento una conexión única que nunca había tenido. Y cuando te pones así con el gato, me vuelvo loco, ¡me haces aún más feliz! Si me preguntas, sí, siempre has sido tú, y me encantaría que no haya límites entre nosotros. Si me das la oportunidad, te prometo que no soy como los demás, y si te tengo como princesa, la voy a tratar como se merece. Ahora, la decisión es tuya.