Reseñas recientes de Jorge Bleisen

Es una ironía que lo recomiende a sabiendas de su alta dificultad no apta para todos los gustos de los jugadores. Ikaruga es un juego que aprenderás a amar dependiendo de cuánto tiempo y esfuerzo le dediques. Tus inicios en este tipo de shmup no serán como al jugar al Galaga, que hasta un niño pequeño aprende a jugarlo: tu paciencia y cordura se verán seriamente afectados si no eres de esos que toleran perder vidas a cada 5 segundos, como es mi caso. Pero si te consideras masoquistamente perseverante y te dejas cautivar por sus escenarios y melodías de fondo, queda en tus manos la decisión de afrontar este desafío que consumirá valiosas horas de tu vida frente a la pantalla.

Si bien, nunca me he reconocido como un ducho en esto de los juegos de naves (y menos en los denominados ''danmaku'') Ikaruga tiene ese no sé qué que me gusta; además, creo que este título al ser de corta duración, resulta bastante entretenido ya sea para pasar el rato o para hacer un acopio de voluntad y entrenar tus reflejos y memorización de patrones, que no son pocos. Lo compré hace un par de años, pero lo he vuelto a instalar con el fin de sacarle el máximo provecho posible. No apto para inexpertos en el género de los ''matamarcianos''.

Disfrutar el Doom 3 con su mejor aspecto gráfico depende de cómo se ensayen las opciones; no todos los PC son iguales y desde luego, mi laptop no está al 100% de los requisitos que se exigen en una PC Gamer. ¿Que si es mejor que el Doom 3 original? ¡Por supuesto! Agradezco que se incorporara la linterna a la armadura, ya que odié eso de alternar entre la linterna de mano y el arma, que era un completo incordio en la versión original. Y que te vengan en un mismo pack la expansión Resurrection of Evil y la campaña The Lost Mission (los cuales probaré en su debido momento), a la sazón de incluir los dos primeros Doom con sus apartados gráfico y sonoro al más puro estilo de la época en que salieron, justifican los $40.000 pesos colombianos que he pagado. Tengo el Doom 3 bajado de forma ilegal y precisamente, hace años que dejé de jugarlo por mero desinterés. A falta de un procesador Core i5 que se necesita como mínimo para disfrutar los Doom de 2016 y el Eternal, decidí comprar este Doom 3 BFG Edition como un desquite y hasta ahora, lo estoy disfrutando bastante en conjunto con el Remaster de Doom 64. Aunque creo que algunos de los comentarios negativos sobre este juego exageran un tanto.

Respecto a los dos primeros Doom, no están nada mal y me agrada su estilo gráfico y sonoro a la vieja usanza; que se puedan o no usar trucos me da lo mismo, ya que sin ser pretencioso, ambos Doom los llevo jugando por cerca de 15 años y con eso la habilidad se adiestra a la dificultad del juego. Pero para estos tiempos, sí que les hace mucha falta una optimización en ambos apartados ya que están muy desfasados y no serán del agrado de todos los que compren este pack. Si quieres jugar a estos dos clásicos en su máximo pico, bien te puedes bajar gratuitamente el pack de Doom Anthology y tienes para rato ya que el mod de Brutal Doom está integrado y eso ya es decir demasiado. Coincido en que hay ciertos bugs, como ver partes de barriles de un piso superior sobresalir en el techo y poderlos reventar a tiros. Eso pudo haberse corregido, pero ni modos.

Con lo que llevo jugado hasta ahora, me ha gustado el juego, así que lo recomiendo muy por encima de la versión original. Para estos tiempos críticos a causa de la cuarentena, es una compra que viene muy bien.

Doom 64 es sin lugar a dudas la mejor entrega de la etapa clásica de esta franquicia.

Argumentalmente toma lugar después de los sucesos del segundo juego y por ende, sería considerado como el verdadero Doom 3, mientras que el título salido en 2004 es por su lado una reinterpretación del primer juego.

Nos topamos con una ambientación oscura y desoladora, sumado a la música estilo Dark Ambient que deja a un lado los temas heavy metal que daban un aire más dinámico y de acción. Con este estilo de melodías, la sensación de juego de terror es más fuerte (prestar especial atención al Nivel 20 - Breakdown, que incluye psicofonías) y sin olvidarnos de que los efectos de sonido han sido también actualizados tanto en las armas como en los monstruos, lo que les otorga un toque más realista (dentro del contexto del juego y de la época).

A diferencia de su versión original, salida en 1997 para Nintendo 64, esta remasterización nos permite guardar en el momento que queramos y así nos puede facilitar la superación de un nivel o sección en concreto, evitándonos la necesidad de repetir el nivel desde nuestro último punto de guardado, ya que el cartucho solo nos dejaba guardar progreso una vez superábamos el nivel (siempre que contáramos con una memory card o Game Pak, como se lo llamó para el sistema).

Otro añadido a destacar es su paquete de expansión en el cual se nos permite exprimir un poco más este clásico inmortal con nuevos y desafiantes niveles. El jefe final no es más que el mismo personaje de la trama principal, el cual se nos vende como la hermana gemela de la Mother Demon, lo cual poco o nada afecta la experiencia de juego.

Sus puntos en contra fueron la carencia de un modo multijugador, pues la Nintendo 64 te incluía dos puertos adicionales para mandos, lo cual aprovecharon títulos míticos como Goldeneye 007, Mario Kart 64, Perfect Dark, los Mario Party, entre muchos otros. Sin embargo, esto no restó valor a esta aventura siniestra. Ni siquiera se echa de menos en esta nueva edición para PC y consolas de 8°/9° generaciones.

La otra falla fue la ausencia de algunos enemigos como el Revenant, el Arch-Vile o el Heavy Weapon Dude, entre otros que debutaron en Doom II y esto se justificaba en que el cartucho de mega memoria que empleaba Nintendo 64 en sus juegos no tenía la capacidad suficiente para almacenar la información necesaria, de modo que tuvieron que quedarse por fuera. De todos modos, estas ausencias se vieron suplidas por mecánicas jugables inéditas como nuevas clases de trampas en algunos escenarios (que variaban según la dificultad elegida) y la incorporación de variables de enemigos ya existentes como el Nightmare Imp o la mismísima Mother Demon.

El juego tiene bastante valor de rejugabilidad y si a eso sumamos la existencia de mundos secretos y artefactos especiales, es muy difícil de que se juegue solo una vez.

Puede que en un principio el juego resulte repetitivo y aburrido, pero las infinitas actividades que puedes llevar a cabo y la alta interactividad con los npc lo hacen un quemadero de tiempo muy adictivo conforme vayas progresando. No sé ustedes, pero comparándolo con otros juegos de mecánicas similares como Animal Crossing de Nintendo, Stardew Valley me ha parecido un juego con mayor amplitud de actividad y exploración, por lo tanto más divertido y mucho menos ñoño en lo referente a la estética. Llevo como tres semanas sin jugarlo de nuevo, pero en tanto finiquite algunos pendientes de mi lista de juegos, lo retomaré sin importar en cuál de las tres diferentes partidas que llevo hasta la fecha.

Sea como sea el camino que lleves a cabo dentro de Pueblo Pelícano, Stardew Valley te plantea la idea de que la vida de campo puede ser muy interesante al estar totalmente desconectado del estresante día a día de la ciudad. Por otra parte, te muestra la otra cara de la moneda: gente de pueblo harta de la vida apacible del campo que quiera empezar desde cero en la ruidosa y superpoblada ciudad. También me agrada el concepto de cierta villanía que representan las megacorporaciones y sus ejecutivos de mentalidad capitalista que no hallan cómo acaparar todo lo que consideren de su propiedad gracias a la poderosa magia del dinero. Todo con su toque fantástico, pero un título que sin duda vale mucho la pena.

Y aplaudo a su creador, que tanto ahínco puesto en este proyecto le ha rendido sus buenos frutos.

Un soplo de aire fresco para este gran clásico de la NES. Un apartado gráfico sin igual y su música, bastante alegre y pegadiza. Lo más entretenido es que añaden secciones y algunos acertijos que extienden un poco más la duración de los niveles, como se puede apreciar en el Amazonas.

Las batallas contra los jefes ha sido otro añadido valioso, pues sus ataques presentan ahora mayor variedad y la inclusión de diálogos aleja por completo la simplicidad de la versión original del 89. El único contra que le he encontrado a este juego y espero que tenga solución, es que no funciona la configuración para mando, que haría más cómoda la experiencia de juego en lugar del teclado, que me parece algo ya obsoleto como controlador del personaje. De resto, que las voces sean del reparto original inglés y que usen los nombres de los personajes en la versión de España de la serie, poco me importa, aunque que soy de Latinoamérica y desde luego, los recuerdo con otros nombres (Hugo, Paco y Luis en lugar de Jaimito, Jorgito y Juanito, por ejemplo).

El contenido extra es también muy interesante, ya que notamos de sobra la evolución de los diseños de los personajes y la calidad del dibujo es excepcional; quizá sí son muchas categorías y los logros que te pone Steam para desbloquear te lleva a plantearte que vale la pena rejugarlo en los niveles de dificultad más altos a fin de conseguirlos todos.

Ojalá hicieran el remake del Duck Tales 2, que también es divertido.

¡Recomendado con honestidad!

Me encanta el juego, pero creo que es demasiado el tener que pagar para conseguir más mesas. Se tiene más diversión comprando esos compilados de Pinball para consolas gracias a su variedad de mesas y retos, pero en este Pinball Arcade debieron de molestarse en dejar más contenido al alcance. Me arriesgaría comprando el pack más barato, pero ya veremos. Lo que me molestó de verdad fue cuando reinstalé el juego, pues la mesa anterior que me habían dado de regalo, Arabian Nights, ya no la tengo disponible y la de Frankenstein es una de las mesas que viene en el Stern Pack 1: precisamente el más barato de todos los DLC.

Otro contra está en la increíble cantidad de tiempo que se toma en instalar tratándose de un contenido tan pobre: 11 gigas me resultan irrisorios para tener una mesa de regalo y otra mesa aleatoria. Y si a eso sumamos las otras quejas del resto de usuarios que jugaron antes que yo, mejor que busquen la forma de mejorar las condiciones bajo las que ofrecen este Pinball Arcade. Genial programa, pero no lo recomiendo a menos que estés dispuesto a pagar por los extras.

Luego de explotar todo lo que el Doom clásico puede ofrecerte, te aburres y quieres algo totalmente distinto. Shadow Warrior satisface esta necesidad de jugar a un FPS de la vieja escuela con cosas nunca antes vistas en otros juegos del género salvo Duke Nukem 3D, de quien bebe bastante: brutalidad, humor negro, acción trepidante y por supuesto, waifus manga como le gustan al bueno de Lo Wang.

Quería tener este juego original y por ello, aproveché las ofertas de Invierno de 2018 para comprarlo, pues hace algunos años, lo había descargado de forma pirata aunque al poco tiempo lo abandoné. Ha sido una compra satisfactoria, sobre todo porque en GOG.com tengo la versión complete cuyos controles son bastante incómodos y sin la posibilidad de cambiarse a la combinación de teclas W, A, S, D y ratón (mandatorios en todo FPS jugable en PC), sin olvidar la deficiente calidad gráfica y creo que no contaba con las expansiones que esta versión de Steam sí incluye. Y los logros no son la gran cosa, pero te motivan a exprimirle sus buenas horas de vicio. Si amas los FPS antiguitos, esta versión del Shadow Warrior es la opción más favorable. Si Duke Nukem 3D te llegó a enganchar, seguramente que este no se quedará atrás.

Pese a que aún no lo he terminado, quedo satisfecho de dedicarle sus buenas horas de partida y es bastante entretenido en la forma en la que te ayuda a planear tus movimientos para vencer a tu oponente. Quizá la dificultad radica en aprenderte cómo son las normas pero con la constante práctica, acabas dominándolo. Como en toda dificultad, este también es de ensayo y error, así es que no hay que entregarse a la frustración si eres derrotado porque de tus malas jugadas, aprendes qué acciones evitar durante la campaña.

Que si Magic es más complejo que Yu-Gi-Oh! es verdad, pero vale la pena darle la oportunidad. Coleccionar las cartas es un pasatiempo añadido al juego, aunque obtener el dinero para comprar cartas y decks es un aspecto en el que priman la paciencia y la dedicación, pues no es mucha recompensa la que obtienes cuando vences a un jefe.