IRIS AND THE GIANT es un juego de construcción de mazos con temática rolera donde cualquier error nos puede llevar a la perdición, y si pierdes tendrás que empezar desde el comienzo.

Empezaría destacando la originalidad que emana de las mecánicas, siendo un recurso tan utilizado a día de hoy como es la construcción de mazos, y lo difícil que es innovar en este aspecto. Y es que, la curiosa manera de utilizar la fórmula Deckbuilding que tiene este juego hace que te pienses muy bien el como utilizar tus recursos. En este juego las cartas, una vez usadas, se descartarán para siempre y no las robaremos otra vez, si te quedas sin cartas perderás el juego de la misma manera que quedándote sin puntos de Voluntad. Hay muchas cartas que te permiten robar a los enemigos y saber cuando utilizarlas es clave. Comprender y descubrir los botines con los que te puedes hacer al robar a un enemigo es satisfactorio y emocionante. Hay muchas otras maneras de generar cartas, mediante la subida nivel, con los dichosos cofres dorados y otros muchos secretos que te aguardan.

El juego, como todo Rogue-lite, hace que cada partida sea única y pese a la corta duración total que tiene, que sería algo reprochable en el género, nos propone muchos caminos alternativos, atajos, dificultades y elementos a coleccionar que a su vez tendrán un impacto en la partida en forma de modificador o pertrecho.

La narrativa es muy cercana a un público adolescente y acompañará al juego de forma muy concisa en forma de dibujo estático con un estilo muy minimalista pero que funciona. Mencionaría también la genial interpretación de la protagonista, que nos hará empatizar con estos relatos cuando encontremos los valiosos Recuerdos, una especie de estrellas doradas que nos permitirán a su vez añadir nuevas mejoras a las Runs que podremos activar o desactivar a nuestro gusto.

Por último y no menos importante, la estética.Pese a poder pecar de simplista, utilizando unos esbozos lineales y geométricos, consigue una cohesión artística total con un estilo muy único que enriquece la jugabilidad gracias a una vista isométrica, que a su vez ayuda a distinguir los diferentes enemigos sin abrumar al jugador. Así como el HUD que se esconderá para facilitar nuestra visión del terreno de juego además de poseer una iconografía simple y descriptiva.

Es un juego redondo, aunque de escueta duración y a día de hoy (2023), es posiblemente un tapado o underated dentro de este gran género que es el Deckbuilding.