Shrek: Había una vez, una encantadora princesa. Pero estaba condenada por un terrible hechizo, que solo podía romperse con el primer beso del verdadero amor. La había encerrado en un castillo, que vigilaba un horrible dragón que escupía fuego. Muchos valientes caballeros habían intentado liberarla de esa sombría prisión, pero ninguno lo había logrado. Y custodiada por el dragón, esperaba, en el último cuarto de la torre más alta, a su primer amor. El primer beso de su verdadero amor.
Shrek: (Risas) Sí, como si estas cosas pasaran. Esto es pura… (Sonido de inodoro)

(Allstar - de Smashmouth comienza a sonar) (Shrek realiza su rutina diaria)

Letrero: Cuidado con el ogro, no se acerque.(Mientras tanto, en una ciudad cercana, los aldeanos se reúnen para ir tras el) (Noche)

Hombre1: Debe estar adentro.
Hombre2: Muy bien, vamos por él.
Hombre1: Espera, ¿Sabes lo que esa cosa podría hacerte?
Hombre3: Sí, si te pisa te dejará como calcomanía.
Shrek: Sí, en realidad, eso haría un gigante. Los ogros, ellos son mucho peor, ellos se hacen trajes con la piel que les quitan.Se comen su hígado, ¡extraen lo gelatinoso de sus ojos! Saben muy bien con pan tostado.
Hombre1: ¡Atrás, atrás bestia, atrás! (Mientras agita su antorcha hacia Shrek)
Hombre1: Si te acercas…

Shrek lame sus dedos con calma y apaga la antorcha. Los hombres se apartan de él. Shrek ruge muy fuerte, su aliento extingue todas las antorchas restantes.

Shrek: (susurra) Esta es la parte en la que salen corriendo. (Los hombres se apresuran a escapar mientras Shrek ríe)
Shrek: ¡Y, no se acerquen!(Mira hacia abajo y recoge un pedazo de papel, lo lee)
Shrek: Se buscan, recompensa por criaturas de cuentos de hadas. (suspira y lanza el papel sobre su hombro.

Al día siguiente

Guardia: Esta ya está llena, ¡Llévensela! ¡Caminen, caminen rápido!

Hay una línea de criaturas de cuento de hadas. El jefe de guardias está en una mesa pagando a la gente.Hay jaulas por todas partes. Algunas de las personas en la fila son Peter Pan, que lleva Tinkerbell en una jaula, Gipetto que lleva a Pinocchio, y un granjero que lleva a los tres cerditos.

Guardia: ¡Dame esa cosa! (Rompe la escoba de la bruja) No volverás a volar.
Jefe de guardias: 20 monedas de plata por la bruja, que pase el siguiente.
Guardia: ¡Rápido, camina!
Osito: (Llorando) Esta jaula es muy pequeña.
Burro: ¡Por favor no me dejes!, ya no seré tan burro. ¡Estudiaré, dame otra oportunidad!
Anciana: ¡Ya, cállate! (amenaza con la mano al burro)
Jefe de guardias: Siguiente.¿Qué me traes?
Geppetto: A este títere, de madera.
Pinocho: ¡No soy un títere!, soy un niño de verdad. (Le crece la nariz)
Jefe de guardias: Cinco chelines por el juguete poseído, llévenselo.
Pinocho: ¡Papi, por favor! No me dejes con ellos, ¡Ayúdame!
Jefe de Guardias: Siguiente, ¿qué me traes?
Anciana: Señor, yo traigo un burro que habla.
Jefe de Guardias: Bien, te daré diez chelines… Si puedes probarlo.
Anciana: Oh, anda burrito, di algo.
Jefe de guardias: ¿Bien?
Anciana: Es que está un poco nervioso, es una verdadera maravilla.¡Anda burro, cabeza de chorlito, habla!
Jefe de guardias: Basta, ya oí suficiente, ¡Guardias!
Anciana: No, no, no, si habla, en serio. (finge hacer hablar al burro) Puedo hablar, me encanta hablar, soy la criatura más parlanchina que has visto.
Jefe de guardias: ¡Quítenla de mi vista!
Anciana: No, no, lo juro. ¡Suéltenme! (Patea la jaula donde está Tinkerbell, salpicándolo con polvo de hadas).
Burro: Oigan, puedo volar.
Peter Pan: Puede volar.