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He revisado un poco las otras reseñas, y me he dado cuenta de que la gente a la que no le ha gustado cumple uno de estos perfiles:
-Gente que prefiere forma antes que contenido.
-Gente que no entiende que lo importante en un viaje no es llegar al destino, si no la gente que conoces por el camino.
-Fascistillas de medio pelo.

Si bien los gráficos no son muy buenos, ni llegan a ser lo suficientemente consistentes para considerarse "retro", y las animaciones son lo que en inglés se dice "clumsy", el gameplay, la historia, la música y el mensaje hacen que este sea un juego que vale completamente la pena jugar. Había veces en las que a mí se me olvidaba que estaba jugando y me daba la impresión de estar viendo una serie, y no lo digo en el mal sentido. Una auténtica maravilla.

Truño gordo. Puede que en su momento fuese lo más, pero la verdad es que es aburrido, tras unas pocas horas se hace repetitivo. La historia es insulsa y no tiene ni pies ni cabeza (¿La Cámara había que abrirla para...?). Los gráficos son lo único que han envejecido bien. No recomiendo su compra a estas alturas para gente que no lo conociese como yo: El momento de este juego ya pasó.

¡SED TESTIGOS!

JOHNNY SILVERHAND WAS RIGHT!

Estas aves son reconocidas por su agresividad territorial en las granjas tanto con otras aves como con los humanos, y por eso los gansos y las ocas las ocas han sido usadas tradicionalmente como animales guardianes en las granjas, que logran ser incluso más eficientes que un perro guardián alertando a sus dueños de la presencia de un intruso, debido a que están siempre alerta y organizan un gran alboroto de gritos y graznidos en cuanto detectan a un extraño.

Sólo que en esta ocasión, tú no interpretas a un ganso guardián.

Eres todo lo contrario.

Eres Shiva, el Destructor de Mundos.



¡HONK!

Si hay una palabra que pueda definir este juego es: Rotísimo. Por poner un ejemplo: Acabo de abandonar una partida en la que en el año 1000 a.C., la IA me ha declarado la guerra y me ha invadido con unidades de la edad industrial. Si os estáis preguntando si estaba jugando con una dificultad demasiado elevada para mi nivel, mi respuesta es que la había empezado en Colono, el nivel más bajo que existe. Por supuesto, los desarrolladores han sacado una solución para esto: Consiste en que una vez ya has usado tu dinero para adquirir el juego, es que hagas más gasto comprándote los DLCs en los que te dan civilizaciones tan poderosas que puedes ganar una partida solo en la mitad de turnos, y usando la estrategia que puedas. Dicho de otra forma: Un robo pensado para sacarte el dinero, y una decepción en comparación con las entregas anteriores, que tantas horas de entretenimiento nos habían ofrecido. Un lástima.

En el futuro, los niños estudiarán este juego en el cole.

Es rarisímo encontrar una obra fuera del multimedia tradicional (cine, televisión, etc.) que trate de esta forma temas como las enfermedades mentales, como la juventud se ve abocada a un futuro incierto, o como el capitalismo causa estragos en las pequeñas comunidades americanas (aunque esto último se podría aplicar al resto del mundo).

Que no os engañen sus gráficos simples y sencillos: Este juego es precioso, y nos a poder evitar enamorarte de todos y cada uno de sus personajes. Risas y lágrimas garantizadas.

CRIMES? CRIMES!

Este juego es una puñetera pasada. Si de por sí no fuese llamativo el hecho de que en vez de usar gráficos generados por ordenador esa arcilla y cartón, la historia y la ambientación te dejarán con el culo torcido. Para ser un juego indie es lo bastante largo como para poder disfrutarlo tranquilamente. Si hay alguna pega, si es que la podemos llamar así, es que la misma que tiene The Talos Principle: La historia es tan buena que muchas veces no puedes evitar, cuando te puntualmente quedas atascado en un puzzle, echar mano de las guías sólo para poder avanzar y así saber qué va a pasar a continuación.

Respecto al apartado técnico, nadie va a tener problemas para jugarlo, ya que este juego está hecho en Flash y cualquier máquina debería ser capaz de jugarlo. Puedes tener algún crash o cuelgue ocasional, pero por suerte el autoguardado se activa de forma regular y apenas pierdes progresos. No obstante respecto a esto último, las partidas guardadas, sí he encontrado un fallo que debería solucionarse, y es que si guardas la partida manualmente y sales totalmente del juego (saliendo al escritorio en vez de pasar primero por el menú principal), ésta no aparecerá la siguiente vez que intentes cargar, pero sí la próxima.

En cualquier caso es un juego genial, sobre todo para los que disfrutan de las aventuras gráficas, para los fans de David Lynch (tiene un toque muy suyo), los que conozcan un poco a Freud (hay un momento en el episodio 6 en el que no he podido evitar una risa floja) y a los que les guste el surrealismo y las experiencias psicotrópicas en general.

En el futuro, los niños estudiarán este juego en el cole.

Dear Esther no sólo tiene el mérito de ser el primer walking simulator de la historia. Aun no nos hemos dado cuenta, pero Dear Esther lo ha cambiado todo en el mundo de los videojuegos, ha abierto unas puertas a la narrativa que hasta ahora estaban cerradas. Los videojuegos ya no consisten en pasar de una pantalla a otra, de cumplir unos objetivos, y de derrotar al malo final. Desde que Dear Esther apareció en escena, los videojuegos son una nueva forma de contar historias.

Así que olvídate de mapas, misiones y enemigos. En Dear Esther se cuenta una historia (¿O son varias, quizás?) que cambia y muta cada vez que lo juegas. Y eso es todo lo que importa.

Este juego me hace sentir confuso y triste a la vez. Y a ti te hará sentir igual.