Instalar Steam
iniciar sesión
|
idioma
简体中文 (chino simplificado)
繁體中文 (chino tradicional)
日本語 (japonés)
한국어 (coreano)
ไทย (tailandés)
Български (búlgaro)
Čeština (checo)
Dansk (danés)
Deutsch (alemán)
English (inglés)
Español de Hispanoamérica
Ελληνικά (griego)
Français (francés)
Italiano
Bahasa Indonesia (indonesio)
Magyar (húngaro)
Nederlands (holandés)
Norsk (noruego)
Polski (polaco)
Português (Portugués de Portugal)
Português-Brasil (portugués de Brasil)
Română (rumano)
Русский (ruso)
Suomi (finés)
Svenska (sueco)
Türkçe (turco)
Tiếng Việt (vietnamita)
Українська (ucraniano)
Comunicar un error de traducción
艹 ./:::::\ /:::::ヽ
艹 /::::::::::::;ゝ--──-- 、._/::::::::::ヽ
艹 /,.-‐''"′ \::::::::|
艹 / ヽ、::|
艹 / ● ヽ|
艹 l 、、、 ● l
艹 .| (_人__丿 、、、 |
艹 l l
艹 ` 、 /
艹 `ー 、__ ./
艹 /`'''ー‐‐──‐‐‐┬--- /
Imagina que tienes los ojos vendados y recibes la mejor mamada al estilo de una estrella porno en todo el universo. El problema es, sin embargo, que nunca descubrirás quién te está dando ese blowjob increíble y asombroso a menos que te quites la venda de los ojos. Podría ser cualquiera, Ariana Grande, la hermana de Ben Shapiro, Harold del 7-11 cerca de mi casa, George Floyd o incluso el gato del bombero del vecino de tu tío. Ahora la pregunta es: ¿te quitarías la venda de los ojos y descubrirías quién es la persona/cosa detrás de la estupenda palanqueta y te arriesgarías a dejarte una cicatriz permanente, o te mantendrías la venda puesta y seguirías golpeando tu perilla hasta que tu espíritu golpee el ¿cielo?