Hellblade: Senua's Sacrifice es un viaje a través de la mente de una persona esquizofrénica disfrazado de juego. Es completamente inmersivo, y los recursos utilizados para lograr el efecto de paranoia y percepción de las emociones del personaje están increíblemente logrados.
Los puzzles son simples pero con una vuelta de tuerca, basada principalmente en la percepción del entorno y el contraste entre lo real y lo ilusorio. La historia y la forma en la cual se desarrolla y se revelan datos del pasado y presente a modo de rompecabezas es impecable, manteniendo el interés del jugador sin ser agobiante. Por último, el sistema de pelea y la dificultad en la misma me resultaron componentes muy atractivos, así como la dificultad extra de no poder superar una determinada cantidad de muertes sin perder la partida definitivamente.

Altamente recomendado, y, por favor, como dice en la descripción, JUGAR CON AURICULARES.

Edit: esta reseña es anterior al lanzamiento de la versión VR, sobre la cual aún no tengo experiencia de juego.