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Pero STEAM lo marcó como forajido. “Incitación al gambling”, dijeron. Lo persiguieron por cada rincón: matchmaking, FACEIT, foros, mercados.
Cambió letras, se escondió entre perfiles. Siempre volvía.
Una leyenda viva.
Una sombra imposible de borrar.
Algunos juran que lo vieron, top frag en Mirage, con el mismo nombre prohibido.
Otros dicen que nunca se fue.
Porque MASTASDAZ no es solo un nombre.
Es resistencia digital.
Y STEAM… no puede banear un espíritu libre.
con Napoleón como gran inspiración.
En Counter Strike lucha sin cesar,
pero el headshot no sabe encajar.
Con su teclado y su ratón al fin,
busca la gloria, pero no es un chiquilín.
Napoleón le da fuerza en su andar,
aunque en el juego no logra ganar.
Un guerrero en la virtualidad,
pero en el juego, pura humildad.
Mastasdaz, ¡nunca dejes de intentar!
¡La próxima partida, vas a brillar!
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