Zainstaluj Steam
zaloguj się
|
język
简体中文 (chiński uproszczony)
繁體中文 (chiński tradycyjny)
日本語 (japoński)
한국어 (koreański)
ไทย (tajski)
български (bułgarski)
Čeština (czeski)
Dansk (duński)
Deutsch (niemiecki)
English (angielski)
Español – España (hiszpański)
Español – Latinoamérica (hiszpański latynoamerykański)
Ελληνικά (grecki)
Français (francuski)
Italiano (włoski)
Bahasa Indonesia (indonezyjski)
Magyar (węgierski)
Nederlands (niderlandzki)
Norsk (norweski)
Português (portugalski – Portugalia)
Português – Brasil (portugalski brazylijski)
Română (rumuński)
Русский (rosyjski)
Suomi (fiński)
Svenska (szwedzki)
Türkçe (turecki)
Tiếng Việt (wietnamski)
Українська (ukraiński)
Zgłoś problem z tłumaczeniem
Crecer y sobrevivir a la humilde expresión
Enfrentar la adversidad
Con afán de ganarse a cada paso la vida
En un potrero forjó una zurda inmortal
Con experiencia, sedienta ambición de llegar
De cebollita, soñaba jugar un Mundial
Y consagrarse en Primera
Tal vez jugando pudiera a su familia ayudar
En una villa nació, fue deseo de Dios
Crecer y sobrevivir a la humilde expresión
Enfrentar la adversidad
Con afán de ganarse a cada paso la vida
En un potrero forjó una zurda inmortal
Con experiencia, sedienta ambición de llegar
De cebollita, soñaba jugar un Mundial
Y consagrarse en Primera
Tal vez jugando pudiera a su familia ayudar
A poco que debutó (Maradó, Maradó)
La 12 fue quien coreó (Maradó, Maradó)
Su sueño tenía una estrella
Llena de gol y gambetas
Y todo el pueblo cantó (Maradó, Maradó)
Nació la mano de Dios (Maradó, Maradó)
Llenó alegría en el pueblo
Regó de gloria este suelo