Querido papá:
Lamento haberme ido de casa tan enfadado. Debo disculparme por ello, pero el caso es que estás equivocado, sin ofender. Simplemente no me importa lo que diga el niño Jesús o cualquier otra persona. Soy un estudiante de ciencias y, como tal, y habiendo leído mucho sobre el tema, tengo que reafirmar mi posición de nuevo: la mezcla entre razas no sólo es incorrecta sino también peligrosa. Pero para que quede claro, no se trata de una posición, sino de un hecho científico. He leído todas las investigaciones. Observa los grandes felinos. Hay tigres, leones, leopardos y cosas así,todos son diferentes y no se mezclan, así que eso lo demuestra. Lo mismo ocurre con los árboles. Hay más de un tipo de árbol o de colores. Hay rojo y azul, etcétera. Lo mismo ocurre con las razas. A los blancos les gusta dominar y que los demás hagan el trabajo para el que están capacitados. Esto es ciencia. Terminé con la escuela. Lamento el dinero que gastaste, pero el lugar está lleno de tontos. Me voy al oeste. Allí haré mi fortuna y demostraré que mis teorías son correctas. No soy un fanfarrón arrogante como tú dices tan groseramente, sino un hombre preocupado por salvar a la raza blanca. Lamento que nos hayamos separado en esos términos, pero me temo que no tengo paciencia para los tontos y, al oírte hablar a ti, a tu madre y a tu osito de peluche, no sentí más que vergüenza. Y vosotros sois todos educados y blancos. ¡Qué vergüenza! Bueno, soy un hombre de destino y pienso demostrarlo. Nada se interpondrá en mi camino para formar una utopía aria llena de gente como yo.