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se hace. Porque así se construye la unidad.
Con fuego. Con barro. Y sin Facus.
Pero cuando juega, todo el equipo exclama:
"¿Será un bot o es nuestro compañero?
Porque en cada ronda, caemos al suelo primero."
Las balas vuelan, los rivales se ríen,
Mientras tu puntería, amigo, aún no define.
No es que falte esfuerzo, ni que no pongas empeño,
Pero en este juego, parece que falta un pequeño sueño.
Te apreciamos mucho, eso nunca lo dudes,
Aunque en el CS, las kills se te esfumen.
Quizás en otra vida, fuiste un gran guerrero,
Pero hoy en el Counter, eres un mito verdadero.
Así que sigue jugando, mejora tu destreza,
Que un día serás, quien los bots endereza.
Y cuando eso pase, nos reiremos juntos,
De cómo pasaste, de bot a un soldado absoluto.
Qué enternecedor es verte intentar articular insultos con la gracia de un mimo en plena epilepsia. Tus palabras, aunque cuidadosamente envueltas en terciopelo retórico, no logran ocultar la esencia raquítica de tus ideas: espuma tibia que pretende ser lava.
Eres ese libro en la estantería: muy vistoso, pero jamás leído. Y cuando, por error o curiosidad, alguien hojea tus pensamientos, descubre que tras la portada hay solo páginas en blanco.
Tu intento de superioridad intelectual es tan creíble como un billete de tres pesos, y tu discurso, aunque adornado, tiene la profundidad de un charco en un baño público: poca, sucia y difícil de justificar.
Pero admiro tu esfuerzo: no todos se atreven a lanzarse al ruedo del ingenio empuñando un tenedor de plástico y vistiendo una armadura hecha de frases huecas.
Noble Tito, que tu luz, aunque tenue y temblorosa, nos recuerde siempre el valor del silencio.
Con afecto y lástima,
Coge.